En la búsqueda de la felicidad vamos procurando darnos distintos gustos que, cuanto más perdurables y cercanos son, más nos ayudan a disfrutar de la vida. Una buena comida, un deporte, un pasatiempo, un encuentro con amigos, estudiar, un trabajo vocacional… son algunos de esos placeres que nos damos. Entre ellos se encuentra el acto de comprar, algo tan simple, cotidiano y necesario, como que rige nuestra subsistencia (comida, ropa, etc.), pero que puede convertirse en una verdadera satisfacción.

Una persona puede experimentar “un gran placer mientras compra y su cerebro libera una descarga de dopamina y endorfinas, las mismas sustancias que libera el cerebro cuando comemos chocolate o mantenemos relaciones sexuales, por ejemplo”, afirmó el psicólogo de Quirónsalud Campo de Gibraltar Ildefonso Muñoz, según lavanguardia.com

En la búsqueda de la causa de esa sensación tan agradable, Vice.com afirma que, “cuando compramos, se activa en nuestro cerebro el circuito neuronal de recompensas: un caudal de dopamina nos da placer: queremos premiarnos con objetos y la anticipación a recibirlos ya es una gozadera … Aunque cuando compramos por la computadora o el celular tenemos que esperar y de alguna manera postergamos el deseo de recibir para saborearlo. Nos gusta la eficacia de la transacción, pero también disfrutamos esperar. Y es por eso que comprar en línea puede resultar aún más emocionante que comprar en un centro comercial.”

Es decir que en las compras en USA o en China desde Argentina se suman dos placeres: la adquisición del producto en sí misma, que viene a llenar un deseo sicológico o físico de tenerlo, más la espera, que aumenta el deseo de hacerlo nuestro. Es como esa demora en que nos sirvan la deliciosa comida que pedimos en un restaurante y exacerba nuestro apetito, o la tardanza de unos minutos en la llegada de la chica o el chico del que estamos enamorados y simplemente hace que queramos darle un beso o un abrazo más fuerte.

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Según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la actividad pyme industrial en la Argentina subió el 3,4 % anual en abril. Los sectores con mayores rendimientos estuvieron relacionados con la industria del metal, maquinarias, textil, de indumentaria, y equipos y material de transporte.

El informe dice que “el uso de la capacidad instalada de las empresas de la muestra se ubicó en 70,4 %, 1,2 puntos porcentuales por debajo de marzo” y aunque “los pedidos de producción se mantuvieron firmes durante el mes, las empresas tuvieron mayores dificultades que lo habitual para producir por las demoras entregas de materia prima.”

Continúa señalando: “en abril, la industria no tuvo problemas de demanda, porque el mercado se mostró muy dinámico, pero sí problemas de producción por el encarecimiento y desabastecimiento de insumos”.

La información de CAME nos permite mirar hacia algunas facetas del negocio. Por un lado, entonces, crece la fabricación de ciertos productos y una de las formas de “colocar” esa mercadería, de achicar ese peso muerto llamado stock, es exportar. Es altísimo el costo de tener depósitos llenos con altos precios de alquileres, probabilidad de daños por almacenamientos prolongados, instalación y mantenimiento de alarmas, y salarios de personal de vigilancia.

Fabricar para vender lo más rápidamente posible es la premisa. Sin embargo, la inflación y la caída del valor del sueldo hacen que, salvo elementos de la canasta básica o familiar, cueste mucho vender, especialmente, los más suntuosos. Otra vez, entonces, un camino para considerar son los envíos al exterior, que pueden dejar mejor renta que la venta en el país, en ciertas combinaciones de mercadería-destino.  

El Ministerio de Desarrollo Productivo, a través de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y los Emprendedores (Sepyme), destinó 2.708 millones entre 2020 y 2021 para impulsar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) que exportan a Medio Oriente, lo que implicó un aumento del 5% en la cantidad de pymes exportadoras a ese mercado.

Dicho ministerio informó que, durante el último año “creció 5 % la cantidad de mipymes que enviaron productos a ese destino, en tanto que las ventas totales fueron por US$ 247 millones”.

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